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Participo de una despedida de soltero que se lleva a cabo en Madrid (Dios mediante, el próximo 24 de abril mi primo Miquel contraerá matrimonio con Alba, su novia de toda la vida). Sobrevivo al desenfrenado compás de siete veinteañeros. Un par de ellos ingieren masivas dosis de alcohol…; a decir verdad, todos bebemos más de la cuenta. Recorremos las calles de la capital en compañía de una muñeca hinchable que responde al nombre de Susi. Los viandantes nos regalan una amalgama de miradas y expresiones. Cenamos en un restaurante erótico (constato en dicho lugar que las mujeres, por lo general, son más divertidas y osadas que los hombres), asistiendo al impagable espectáculo humorístico de un travesti que se hace llamar Chumina Power, quien no deja títere con cabeza. Ya envueltos en la alta madrugada madrileña, movemos el esqueleto al son reggaetonero (un servidor pierde por completo los papeles cuando, cambiados al tercio rumbero, irrumpen Estopa con su “Y yo te quiero besar, besar tus labios de caramelo, y que me lleve el demonio si no te quiero…”.). Una muchachita con aspecto de haber pegao más tiros que el Séptimo de Caballería me pregunta por mi silencio y por mi modoso ademán. La miro con detenimiento: a lo sumo alcanzará los diecinueve años de edad; bien pudiera ser mi hija. Le respondo que, en realidad, es la primera vez que acudo a una discoteca, pues voy para cura, y que, excepcionalmente, los padres sacerdotes me han concedido un permiso para poder acompañar a mi primo en tan señalado momento. La chica se lo traga toíto, mostrando gran interés por mi vocación sacerdotal.
Pese a la ininterrumpida jarana, consigo arañar unas horas para ver a Paco y a Susu, mis queridísimos compañeros del Camino de Santiago, los cuales me presentan a sus flamantes parejas, majísimas ellas. También reencuentro a Encar y a Begoña, siempre tan guapas, tan agradables conmigo. No sé qué c… tiene Madrid –en apariencia tan antitética a mi raigambre catalana- que me lleva, con toda naturalidad, a ofrecer lo mejor de mí, a brindarme al prójimo. Soy mejor persona cuando me encuentro en dicha ciudad. Una persona más abierta, más humana, más conciliadora, más fuerte, más esperanzada, acaso un poquito más sabia. "Contigo quiero volar pa poder verte desde el cielo".
“Las personas piensan poco en la muerte. Pasan la vida preocupadas por verdaderos absurdos, aplazan cosas, dejan de lado momentos importantes. No arriesgan, porque piensan que es peligroso. Se quejan mucho, pero se acobardan a la hora de adoptar decisiones. Quieren que todo cambie, pero ellas mismas se niegan a cambiar.
Si pensaran un poco más en la muerte, no dejarían nunca de hacer la llamada de teléfono que deberían hacer. Serían un poco más locas. No tendrían miedo del fin de esta encarnación… porque no se puede temer algo que va a suceder de todos modos”.
Paulo Coelho
Un extraterrestre llamado Leo Messi. Mi Barça... Más que un club; una p..a máquina de hacer fútbol.
Puede que la revolucionaria libertad de Delacroix apenas si sea ya una mera idealización romántica. Puede que, tal y como reza la bellísima canción de Coldplay, sólo seamos marionetas que cuelgan de un triste hilo; destronados monarcas de un reino de arena y de sal… Mas, por lo que a mí respecta, me siento dichoso de tener familia, amigos, salud, trabajo, canciones, poemas, pelis, fútbol, religión y sueños. No concibo reinado más duradero y hermoso. ¡Viva la vida!http://www.youtube.com/watch?v=2TUDPY5TiJY&feature=PlayList&p=6EE083C95CAE3436&playnext=1&playnext_from=PL&index=14
Voy a buscarte a la salida del trabajo,a Madrid le faltan caricias y abrazos. Se los daremos ahora.
"¿Cómo ha ido todo? ¿Me has echado de menos? ¿Sabes?, anoche apareciste en mis sueños, llevabas menos ropa".
"Hoy he encontrado en el Segunda Mano
un piso modesto, céntrico, barato,
en el paraíso apenas a unos minutos,
si vamos en Metro, del resto del mundo".
Sueño con ello mientras mi calor te espera.
Impaciente, inexperto, yo quemo la cena.
Llegas tarde a casa.
"¿Dónde te has metido? Te creía perdida".
Me besas y aguantas mis bellas mentiras.
Traes por fin la calma.
Un día de estos te doy un susto y te pido,
seria y formalmente, que te cases conmigo.
Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti,
y si me preguntas, te respondo que "sí".
Pequeña criatura, la esencia más pura
va en frasco pequeño.
Amor mío, ya lo sé, el mismo recipiente también
encierra veneno.
Asumo el riesgo, te miro y planeo
una vida contigo cargada de sueños.
Y si no se cumplen cuando despertemos,
con la luz del día ya veremos lo que hacemos.
Pequeña criatura, la esencia más pura
va en frasco pequeño.
Amor mío, ya lo sé, el mismo recipiente también
encierra veneno.
Asumo el riesgo, te miro y planeo.
Si te falta una almohada, yo te presto mi pecho.
Y si no te amoldas a sus recovecos,
con la luz del día ya veremos lo que hacemos.
Lamentablemente, apenas si he escuchado unas pocas canciones de Ismael Serrano. De entre todas ellas, Pequeña criatura es, sin lugar a dudas, mi preferida. Dedico este post a mis amigas Lolitere y Marga, quienes, siempre generosas, me dieron a conocer tan bella pieza. Va por ellas, pequeñas (grandísimas) criaturas.