domingo, 9 de agosto de 2009

MADRIDITIS

Semanas atrás, tuve el privilegio de charlar sobre fútbol con mi amigo Sergio, entusiasta merengue. Llegados a un punto de la plática, la cual devino harto apasionante, mi interlocutor afirmó que el Barça, pese a la gloriosa campaña realizada, padecía una aguda madriditis. Si bien tal aserto se me antoja excesivamente parcial, reduccionista y generalizador, debo reconocer que, a tenor de las declaraciones que se han venido sucediendo durante los dos últimos meses por parte de determinados integrantes del entorno directivo, mediático y social blaugrana, no carece de fundamento.

Veamos. Consumados los multimillonarios fichajes de Cristiano Ronaldo (a mi modesto y limitadísimo entender futbolístico, un jugador sobrevalorado: en ocasiones me parece un discreto imitador de Ronaldinho, inconmensurable y tempranamente malogrado talento; acaso el mayor de las últimas tres décadas), Kaká (un futbolista de veras extraordinario) y Benzema (un fenómeno en ciernes que, de no estancarse en su progresión, deleitará a la parroquia madridista), Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, no ha dejado de criticar la gestión de Florentino Pérez, flamante mandamás blanco. Mas su “argumentación”, trufada de alusiones políticas, ha devenido demagógica y manida (y por ende, inconsistente). Que si el imperialismo y la prepotencia del modelo que representa Florentino, que si los chollos de turno (en clara alusión al pelotazo de los terrenos de la Ciudad Deportiva, el cual, a resultas de una controvertida recalificación, reportó al Real Madrid un beneficio de 480 millones de euros), que si el consiguiente encarecimiento del mercado balompédico… Un cúmulo de tópicos e imprecisiones, en suma, que no pueden ni deben satisfacer a ningún culé con un mínimo de rigor analítico. Tanto vituperar al adversario para, apenas si unos días después, contratar a Ibrahimovic (¡qué pedazo de delantero!; en líneas generales, harto superior a Eto’o, sin que ello obvie la inestimable aportación goleadora del camerunés) por el “nimio” montante de 70 millones de euros y terminar firmando un acuerdo con el ayuntamiento local que, en virtud de la venta y remodelación de unos terrenos pertenecientes a la sociedad que antaño fundase Joan Gamper, supondrá una importante inyección de capital para ambas entidades. Florentino Pérez, en un gesto cabal que le honra, le ha quitado hierro al asunto, obviando toda confrontación verbal.

Sigamos. A raíz de las citadas incorporaciones merengues, diversos periodistas de la Ciudad Condal han enfatizado la necesidad de reforzar al tricampeón. Mucho me temo, no obstante, que semejante apremio no parte de un concienzudo estudio de las carencias del conjunto de Pep Guardiola –que las tiene, como todo equipo, por más imbatible que pueda parecer-, sino del ingente desembolso llevado a cabo por el club antagonista. En palabras más llanas: nuestro rival está tirando la casa por la ventana y nosotros, en cambio, no hemos traído a nadie. Amén de ello, tales voces no han parado de censurar al máximo mandatario madridista.

Completemos. Buena parte de la masa social barcelonista –acaso mediatizada por la opinión de dichos profesionales- ha venido expresando a lo largo de las últimas semanas una creciente preocupación –cuando no desatado catastrofismo, habida cuenta de que un nutrido sector de la hinchada azulgrana siempre se ha caracterizado por su actitud negativa, criticona y derrotista- ante el notable incremento cualitativo de la plantilla blanca. Al tiempo, otro aluvión de críticas para Florentino Pérez.

A resultas de todo lo anteriormente expuesto, cabe convenir que, en efecto, los aficionados culés sufrimos de madriditis (entendida la misma como un estado de acomplejamiento que induce a prestar una atención excesiva al Real Madrid). Con la finalidad de paliar los nocivos efectos de dicha afección, propongo, ya para finalizar, que disfrutemos de nuestro equipo (el mejor de Europa; cuanto menos durante el pasado ejercicio) y que de una vez por todas dejemos de estar pendientes de lo que hacen o dejan de hacer los de Chamartín (a fin de cuentas, si la gerencia de Don Florentino es errática o no es algo que únicamente debe incumbir a sus asociados y simpatizantes).

Visca el Barça!!

PS: ¿¡Quién necesita a Cristiano, Kaká y Xabi Alonso teniendo ya en sus filas a Messi, Xavi e Iniesta!?

4 comentarios:

Ricard dijo...

La Madriditis del Barça se debe a que siempre ha sido el gran rival de la Liga. Supongo que en otros países sucederá algo similar. Sin embargo, es cierto que los culés tienen la obsesión de alcanzar al Real Madrid en cuanto a número de títulos se refiere. Se trata en el fondo de un complejo de inferioridad. Creo que es mejor no pensar en eso y que el Barça siga trabajando.

Alex dijo...

Me llamo Alex (Soci del Barça 420 millones y etc)

Hay socios,simpatizantes y periodistas que dicen......que son cules,que si que tienen Madriditis.Es mas,a mi me parecen unos tocahuevos!!!!
A mi no me metais en el bombo!!!!!

¿Como se llama la critica de Valdano que ha hecho de la regionalidad del Barça y de la lesión de Milito?
La primera diciendo que es excesiva y la segunda que tenia razón.
Eso si que es BARCELONITIS!!!!

runer dijo...

Sin saber mucho del tema dire, fisher, que hasta donde yo sé has hecho un análisis de puta madre

The Fisher King dijo...

Gracias, runer. Tampoco yo sé mucho del tema; si bien -eso sí- suplo mi falta de conocimientos futbolísticos con mi amor a dicho deporte, y, especialmente, a "mi" Barça.

Un fuerte abrazo.

(Gracias también a ti, Àlex).