

Tales experiencias, por más que partan de realidades ficticias (al fin y al cabo sólo son películas) me revelan cuán a menudo mi juicio sobre personas, situaciones y cosas resulta precipitado, y, por ende, me hacen saber de la importancia de la práctica de la paciencia. Como dijo Manolo García, “Soy un estudiante de la vida al que siempre suspenden en primer curso”. En ello estoy, pues, aprendiendo, lidiando conmigo mismo, en pos de devenir mejor persona… Mucho curro por delante.
Feliz finde a todo el mundo.
PS: Tomàs, tengo muchas ganas de leer tu comentario respecto a Benjamin Button.