miércoles, 10 de diciembre de 2008

LA EUROPA DEL SIGLO XXI

Leo en El periódico de Catalunya que diversas escenas de Brokeback Mountain, película del realizador taiwanés Ang Lee ganadora de tres premios Óscar, fueron censuradas al ser la misma emitida el pasado lunes por la cadena de televisión italiana RAI 2 (la cual, recordemos, es pública, o séase, financiada con el dinero del pueblo italiano). Al parecer, dicho ente, cual dios todopoderoso, suprimió los pasajes del filme que detallan la relación homosexual que mantienen los dos protagonistas. Ello, amén de resultar un atentado contra la propiedad intelectual, desvirtúa por completo la propuesta, al “convertir” en meros amigos a una pareja gay.

En la Italia del Señor Berlusconi la homosexualidad es una lacra a ocultar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi parecer, el puristanismo siempre me ha parecido una de las mayores hipocresías de este planeta, pues quienes se escandalizan por temas sexuales como son las castas contrarias al sexo (como algunas de EEUU) o algunos integristas islámicos (que quieren que la mujer vaya totalmente tapada o que incluso han llegado a asesinar a deportistas e su país por ir en pantalones cortos) luego son los primeros en montárselos con chicos jovencitos, prostitutas menores, travestis y otras cosas. Bastaría con mirar por un agujero para comprobarlo. Otra cosa es no tener un mínimo sentido del pudor como todo el mundo. Es lo de siempre: "haz lo que yo te diga pero no hagas lo que yo hago" o "haz lo que yo te diga que yo haré lo que me dará la gana".

Santa Ana dijo...

Claro, es preferible ver los canales de TV propiedad de Berlusconi en Italia, donde todas las mujeres son rubias, parecen tontas (aunque no lo sean), calzan una 100C de sostén y van medio en desnudas. Querido Ricard, no hay puritanismo en Italia, hay sexo, mucho sexo, cantidades industriales de sexo, pero sólo el misógino (el mito de la prostituta o la virgen sigue vivito y coleando en nuestro país vecino) y el estrictamente heterosexual.

Broadback Mountain describe no sólo la relación sexual existente entre dos hombres, sino la historia de amor que nace y se va consolidando a través de los años entre ellos. Una cosa va ligada a la otra. Si sólo se amaran, estaríamos hablando, como bien dice Fisher, de buenos amigos que cada año se van a pescar juntos. No hay historia. No hay película.

Como anécdota os contaré que mis vecinos, una pareja homosexual encantadora, llevan más de 15 años juntos y sólo se han separado, es decir, sólo han pasado la noche por separado, en dos ocasiones, para visitar familia. ¿Cuántas parejas heterosexuales conocéis que lleven más de 15 años juntos y aún se amen?

Por otra parte, una violación de los derechos de autor inadmisible. Dudo que Ang Lee esté al tanto o no haya metido abogados de por medio.

A Italia le hace falta un Barak Obama.

Ricard dijo...

Bastante de acuerdo con tus comentarios. Sin embargo, por lo que dices en el primer párrafo veo que no me has entendido o tal vez yo no me he explicado bien. Yo no me refería de ir al otro extremo del puritanismo ni de estar a favor de fomentar programas basura como estos, muy similares a los de Tele5. Además, el hecho de que haya tanto sexo refuerza entonces más mi idea acerca de la hipocresía puritana, pues quiere decir que prohiben ciertas cosas por un lado pero luego se exceden por el otro, y además mal y dando una imagen equivocada (es decir, solo la misógina y heterosexual que decías).
Por otro lado, yo tambien conozco a una pareja gay, y hace no 15 sino 25 años que viven juntos, uno de los cuales fué actor teatral en el mítico teatro El Molino. Supongo que en cuanto a la duración de una relación habrá de todo como en todas partes y eso no lo determinará la orientación sexual.
Sobre Broadback Mountain, te diré que el filme no me gustó mucho, no por el contenido o temática sino como producto artístico o película. Ang Lee diría que tiene de mejores realizadas.
Y en cuanto al gobierno italiano, personalmente no me gusta en absoluto Berlusconi dada la información que nos llega sobre él, pero yo desconozco el talante de los italianos e ignoro qué clase de político se merecerían, así que eso no lo juzgaré, pues cada país es distinto del otro.